📆 Lima, 03 de setiembre del 2020

A la señora Luz B. Romero (65) le duele de manera frecuente la cabeza y se queja algunas veces de dolor. Sin embargo, a pesar que la molestia recurrente podría estar relacionado a su diabetes e hipertensión, no quiere salir de su casa para ir al médico.

Admitámoslo. Esta puede ser la realidad de muchas personas en tiempos de COVID-19, ya que el miedo a contagiarse impide buscar ayuda especializada en los servicios de emergencia o atención ambulatoria para sus malestares, dolencias y problemas físicos en el cuerpo.

Por temor a infectarse de COVID-19 se han reducido en un 50% las consultas ambulatorias y las consultas en el servicio de emergencia de adultos, siendo motivo de mayor preocupación aquellos pacientes con enfermedades crónicas preexistentes como hipertensión, diabetes, gota, enfermedades pulmonares obstructivas o en la sangre”, indica el doctor Abel García, jefe del servicio de emergencia y director médico de la clínica San Pablo Surco.

Radiografía del dolor

El especialista advierte que el dolor puede ser un síntoma y, por tanto, se debe prestar atención para ser evaluado cuando aparece de manera súbita (sin golpe). Por ejemplo, el dolor de cabeza puede ser desde una jaqueca hasta esconder problemas asociados a enfermedades crónicas más complejas de presión arterial, glucosa o sodio.

De igual modo, hay que tener cuidado con adormecimiento, entumecimiento o debilidad repentina de la cara, brazo o pierna (especialmente si ocurre en uno de los lados del cuerpo), ya que podría estar asociado a un derrame cerebral o accidente cerebrovascular.

El médico emergenciólogo también explica que se debe poner atención a aquellos dolores aplastantes u opresivos en el centro del pecho y se irradia a los hombros, cuello o brazos durante varios minutos: podría tratarse de un infarto.

Por todo ello y para dar tranquilidad a los pacientes, las clínicas han organizado sus servicios de atención ambulatoria y emergencias siguiendo todas medidas de bioseguridad y protocolos sanitarios existentes. “Hay ingresos diferenciados para pacientes COVID y no COVID con la finalidad de prevenir cualquier contagio. También estamos utilizando la teleconsulta, teniendo en cuenta que esta alternativa complementa la consulta médica presencial”, precisa el Dr. García.

Algunas otras señales de cuidado

Recordemos que el cuerpo siempre está manifestándose para indicarnos su condición de salud. Aquí algunas señales de atención:

  • Fiebre alta o persistente: Podría indicar que existe una infección oculta y lo mejor es descartar el origen de manera temprana con una consulta y exámenes diagnósticos oportunos.
  • Dolor cervical: En personas jóvenes puede estar asociado a sobre esfuerzos o malas posturas y en personas mayores a artrosis.
  • Adelgazamiento sin causa aparente: La pérdida de peso inexplicable podría ser síntoma de alguna o varias afecciones, que podría ir desde problemas en la absorción de nutrientes hasta enfermedades hepáticas u otras. Lo mejor es ir al médico general para diagnosticar el problema e iniciar un tratamiento.
  • Calambres en las piernas: Normalmente es una indicación de problemas de circulación asociados a insuficiencia vascular arterial o venosa. Se recomienda consultar a su médico para realizar los exámenes requeridos.
  • Dificultad respiratoria: Tenga cuidado. La falta de aire es la principal señal de alarma al COVID-19. Por ejemplo, las personas que experimentan falta de aire ante pequeños esfuerzos: ir al baño, levantarse, comer o tomar un vaso de agua.

En todos los casos, se recomienda evitar automedicarse sino hay un diagnóstico certero de la enfermedad, ya que podría consumirse dosis inadecuadas que pueden generar intoxicaciones, alergias u otros problemas.

A cuiadar la salud de los niños

“La pandemia del COVID-19 también ha generado una disminución del 80% en las consultas pediátricas ambulatorias y emergencias por temor de los padres a llevar a sus hijos a los servicios médicos”, enfatiza el doctor Abel García.

En este sentido, aconseja a los padres a tener en cuenta que los controles pediátricos son importantes para evaluar el crecimiento y desarrollo del bebé o del niño con el fin de detectar o prevenir problemas.

Hay que tener en cuenta que, si tienen fiebre, llanto y falta de sueño, se debe buscar atención ambulatoria (presencial o teleconsulta) o por el servicio de emergencia para una revisión médica oportuna.