📆 Lima, 31 de octubre del 2020

El sudor nunca abandona a don Jorge. No importa si está a altas o bajas temperaturas; casi siempre termina transpirando demasiado y de manera impredecible en las manos y axilas cuando se desenvuelve en público. En su rostro siempre se dibuja la incomodidad y vergüenza porque es blanco de miradas y comentarios en su entorno laboral, social y familiar.

“La hiperhidrosis es una enfermedad que afecta al 2% de la población (hombres y mujeres en igual proporción) y existe una predisposición genética. Por lo general, se manifiesta desde la pubertad con el desarrollo de las glándulas sudoríparas y la presencia de exceso de sudor en las palmas de las manos, axilas, plantas de los pies, rostro, cuero cabelludo y genitales”, indica el cirujano cardiovascular, doctor Rolando Tejada de la Clínica San Juan Bautista.

Añade que es importante mencionar que factores de tipo emocional como el estrés, la tensión y la ansiedad pueden incrementar la actividad de estas glándulas y, por lo tanto, agravar la hiperhidrosis que puede durar toda la vida si no se recibe tratamiento.

¡Vamos a la consulta!

Generalmente se puede apreciar que la piel del paciente que acude a la consulta está húmeda (más fría o caliente de lo normal), por lo que puede ser:

  • Hiperhidrosis primaria: se caracteriza por aparecer sin causa aparente y con frecuencia hay antecedentes de casos similares en la familia. Puede aparecer desde la infancia o la pubertad y está localizada en palmas, plantas y axilas.
  • Hiperhidrosis secundaria: puede deberse a cambios fisiológicos como la menopausia o el consumo de algunos medicamentos (antidepresivos, tratamientos hormonales, antiinflamatorios, etc.) o también a algunas enfermedades (alteraciones de tiroides, infecciones, tumores, enfermedades neurológicas, etc.)

¿Qué tratamiento seguir?

Se pueden usar desde pastillas y cremas para casos leves y moderados, donde hay sudor controlado. Sin embargo, para casos severos se necesita una cirugía llamada simpatectomía torácica, una técnica ambulatoria mínimamente invasiva, rápida, sencilla con muy bajo riesgo y que, además, tiene resultados inmediatos en la eliminación o cauterización de nervios que salen del tórax y estimulan las glándulas sudoríparas. El paciente puede retornar a casa luego de la cirugía y continuar su vida habitual sin hacer esfuerzo físico.

Para ello, se hacen dos pequeñas incisiones (menos de 1 cm) a la altura de la axila para cortar el nervio simpático, que es el encargado de regular la sudoración del paciente.

Es importante destacar que esta cirugía se usa en distintas partes del cuerpo –excepto los pies– y sirve por ejemplo para terminar con el rubor facial, condición que causa enrojecimiento de la cara de algunas personas ante situaciones de vergüenza o estrés.