📆 Lima, 21 de agosto del 2020

Para la mayoría de mujeres, la maternidad es el momento más feliz de la vida. Sin embargo, en el contexto de la pandemia, esta buena noticia se ensombrece de temores y preocupaciones sobre los riesgos que existen para poder traer al mundo a un bebé sano y fuerte.

Las dudas y miedos más frecuentes son: ¿Cómo evito contagiarme? ¿Cómo deben ser mis controles? ¿Me puedo infectar al momento de dar a luz? ¿Qué recomendaciones debo seguir?

 “En estos momentos necesitamos cuidar a las gestantes para evitar por todos los medios que puedan contagiarse de COVID-19. A pesar que no se ha visto que haya mayor vulnerabilidad para las embarazadas si hay que tener cuidado si hay alguna enfermedad crónica preexistente (diabetes, hipertensión arterial, artritis, etc.)”, explica la doctora Cintia Chávez Martínez, gineco-obstetra de la Clínica San Gabriel.

Primer consejo: Las gestantes deben quedarse en casa

El embarazo trae consigo muchos cambios inmunológicos y estructurales en el cuerpo de la madre que podrían aumentar el riesgo de una infección grave. Por ello, la recomendación principal es cumplir con el aislamiento domiciliario y evitar el contacto físico como saludar con la mano, besos o abrazos.

Sin embargo, si a pesar de las medidas preventivas, la gestante presenta síntomas respiratorios como tos, dolor de garganta, fiebre alta y dificultad para respirar, así como pérdida del líquido amniótico, hinchazón de pies, manos y cara, sangrado vaginal, disminución de movimientos del bebé o presión alta, debe dirigirse inmediatamente al establecimiento de salud más cercano, con mascarilla y acompañada de un familiar mayor de edad.

Segundo consejo: Control Prenatal Obligatorio

Los controles prenatales –virtuales o presenciales– no deben interrumpirse. En cualquiera de los casos serán necesarios exámenes de laboratorio y ecografías. Por ello, se recomienda que la única situación en la cual la gestante debería salir del hogar sea para su visita a su ginecólogo, siguiendo las medidas sanitarias de uso de mascarilla, protector facial, distanciamiento social, uso de gel y lavado de manos frecuente.

 Con las teleconsultas estamos combatiendo el miedo, estrés y nerviosismo de las gestantes. Estamos usando la tecnología para dar toda la información necesaria sobre el control prenatal (ecografías y exámenes auxiliares), asesoría nutricional y señales de riesgo a fin de evitar complicaciones”, señala la especialista.

Los controles prenatales necesarios son:

  • Entre las 11 y 13 semanas: sirve para conocer como se ha iniciado el embarazo y los posibles riesgos a futuro. Se realiza una ecografía donde se puede evaluar la condición del embrión en el útero, escuchar los latidos cardíacos y medir al feto para determinar si se ajusta al tiempo real de gestación.
  • Entre las 20 y 24 semanas: se puede confirmar que el crecimiento fetal es correcto, valorar el latido cardíaco y los movimientos del feto. En la ecografía se puede evaluar su morfología y observar sus órganos internos. Se comprueba si existe alguna malformación por lo que suele ser una exploración más exhaustiva y detallada de los órganos del bebé. También se controla el nivel de líquido amniótico, el funcionamiento de la placenta y del cordón umbilical. Es muy probable que en esta ecografía se pueda conocer el sexo del bebé, siempre que su posición lo permita.
  • A partir de las 34 semanas: se obtiene información acerca de cómo se desarrollará el parto. Además de valorar el estado del feto, su crecimiento, los latidos cardíacos y los movimientos. Se conoce la posición dentro del útero: si ya está boca abajo, si se encuentra de nalgas, etc.
  • Luego de las 37 semanas: se puede saber si ya está encajado o en posición para el nacimiento que puede sobrevenir a partir de este momento y hasta la semana 40. También se puede hacer una ecografía que evaluará el estado y el peso del bebé, la placenta y el líquido amniótico.

Es importante mencionar que el parto puede ser por via vaginal con todos los cuidados pertinentes y, de acuerdo a la evaluación obstétrica, también podría ser por cesárea. Las consideraciones para el parto son las mismas tanto para una paciente sana como para una paciente con COVID.

  • Hasta la fecha no existen estudios científicos que comprueben la trasmisión del Covid-19 de una gestante que adquirió la enfermedad al futuro bebé que lleva en el vientre.
  • Si una mujer está embarazada y tiene síntomas de COVID-19, el tratamiento se centrará en aliviar los síntomas, y puede incluir tomar mucho líquido y descansar, así como tomar medicación para reducir la fiebre, aliviar el dolor o reducir la tos.
  • Las mujeres embarazadas con el COVID-19 tienen la misma alta tasa de supervivencia que las mujeres no embarazadas con la infección.
  • En el 80% de los casos los casos de gestantes con COVID-19 son leves, en el 15% es moderado y en el 5% llega por una situación crítica a la Unidad de Cuidados Intensivos.

Recomendaciones

  • No acercarse a personas con síntomas de resfrío.
  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, mínimo 20 segundos.
  • Mantener limpias las superficies de la casa con agua y lejía.
  • No salir a la calle, ni ir al mercado. Elegir a un familiar para que la atienda ante cualquier urgencia.
  • Evitar reuniones físicas con amigos y familiares.
  • Evitar el transporte público en la medida de lo posible.